El lunes 25 de noviembre, la nueva Junta Directiva de la Entidad asistimos al Pleno municipal, para dejar constancia, con nuestra presencia, a todos los concejales de la corporación, del grave problema que la Junta de Gobierno municipal ha planteado a los vecinos de nuestra urbanización.
El Alcalde, a pesar de haberle invitado, no asistió a la Reunión Informativa que celebramos el domingo 17 para informar a los vecinos sobre las repercusiones de la disolución de la Entidad. Nosotros, en cambio, no rehuimos nuestra presencia en la máxima reunión municipal, el Pleno. Lo hicimos para mostrarle al alcalde y a toda la corporación nuestra disponibilidad y respeto, a la par que nuestra voluntad de negociación, pero también nuestra decidida exigencia ante la mayor agresión llevada a cabo contra los vecinos de El Bosque en toda su existencia.
El concejal Ramón García, siempre cortés, saludó nuestra presencia allí y formuló una pregunta importante al alcalde, en el sentido de por qué no había consultado o, al menos, informado previamente a los responsables de la Entidad de su decisión de incoar el expediente de su disolución. En la corta, brusca, y un tanto desabrida contestación con que le respondió el alcalde, vimos su drástica y negativa posición. Pero también, nos dio la impresión de que le molestaba la pregunta, como si ésta no la tuviera convenida, ni prevista, y le desluciera alguna intervención final.
Y, efectivamente, ésta tuvo lugar como cierre del Pleno. Habrá que creer que el alcalde no sabía (¿por qué lo iba a saber?) que el concejal líder de El Bosque Existe le iba a formular una pregunta sobre el principal problema derivado de la disolución de la Entidad: el agua. Y así le preguntó en 1 minuto y 10 segundos (¡para qué más!) de forma cariñosa y como aventurando su respuesta, si podría garantizar que efectivamente no habría ningún problema para los vecinos y que a estos les saldría gratis total. Al señor Alcalde, que tan buena relación parece tener ahora con dicho concejal, solo le faltó decir, poniendo cara de sorpresa, aquello de «me alegro de que me haga esta pregunta». Con rotundidad y contundencia le garantizó todo lo que hiciera falta, como si fuera verdad. Así, no tuvo necesidad de ofrecer negociación a los representantes de la Entidad,
sino que fue más allá y negó la existencia misma del problema. Y si no hay problema, no hay nada que discutir, negociar, ni, mucho menos, solucionar. ¡Y todo esto en 39 segundos! Clausuró el Pleno y ambos, preguntante y preguntado, tan contentos: habían ventilado este asunto en ¡un minuto y cuarenta y nueve segundos! de los 115 minutos y 51 segundos que duró el Pleno. Esa es la importancia para ellos.
El señor alcalde no nos saludó al comienzo, ni al final. Ni por cortesía. Pero nosotros le pediremos una reunión urgente y plantearemos en el próximo Pleno una Iniciativa Vecinal para dejar clara nuestra posición, que no es, en ningún caso, la de dejarnos traicionar, ni avasallar. Nuestro equipo jurídico tiene ya prácticamente terminado, el escrito de alegaciones a la incoación del expediente de disolución decidido por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, con el alcalde a la cabeza. En cuanto el Ayuntamiento nos complete la documentación del expediente que le hemos solicitado, serán presentadas dichas alegaciones antes del vencimiento del plazo.
Todo ello sin perjuicio del resultado de la reunión urgente que hemos solicitado a nuestro querido Alcalde.
Atentamente
La Junta de Gobierno de la Entidad